viernes, 27 de septiembre de 2013

En tu mano

Carricerín común (Acrocephalus schoenoebaenus) Sedge Warbler. Jornada de anillamiento, control de fauna
Gomphocerinae, sacado de un campo que iba a ser "regado" con purines
No hace mucho leí de alguien a quien considero un amigo -aunque no nos conocemos en persona- que es su convicción personal no manipular fauna de ninguna forma. Es una forma de ver las cosas muy respetable, digo yo que incluso lógica si uno intenta llevar al extremo lo que considero una ley fundamental: respetar al medio y a los que en él viven.

Sapo común (Bufo bufo), sacado de carretera.Yo sin embargo en este tema -como en todo- huyo del blanco y del negro. Prefiero los grises, con infinitas tonalidades. Considero que al fin y al cabo nosotros los humanos somos una parte más del medio, vecinos del resto de seres vivos desde hace unos centenares de miles de años... una rama más del árbol que fructificó en oso panda, hormiga bala o ballena azul, por decir algunos. No me siento a gusto erigido en dios omnipotente, en espectador todopoderoso que observa la vida desde lo alto, en tercera persona, y decide con gran benevolencia respetar a los demás. No dudo en coger una rana, sapo o erizo que se empecina en pasear por la carretera y alejarlo 200 metros si hace falta. O sacar una culebra de un sifón de riego. Y si no la hay, dejar caer ramas o tablas para que cuando la haya -porque tarde o temprano la habrá- pueda salir. Entiendo que mi amigo bendice estas acciones. O al menos que no las maldice. Y pregunto: ¿no es esto manipular igualmente? Puede uno afirmar que se limita a ayudar, incluso justificarlo como un desagravio por las infinitamente más numerosas agresiones que nuestra especie reparte a diestro y siniestro por el mundo... pero no deja de ser una mirada desde el trono de Dios, un juicio antropocéntrico sobre el bien y el mal. ¿qué opinará, por ejemplo, el gazapo que será comido mañana por la culebra rescatada? Maldecimos las carreteras, sifones sin escape, vallados... pero estamos muy orgullosos por ejemplo de nuestro particular ecosistema de dehesa. Que -no lo olvidemos- no es sino otro cuadro del museo de creaciones humanas...

Rana perezii, sacada moribunda de un sifón seco; una ducha de agua mineral más tarde estaba así de lozana.
Ojo, que nadie entienda esto como alegato de nada, tan solo quería dejar una paleta de grises en este tema. Y encima es tarde y divago ya demasiado. Particularmente, yo me suelo comportar como ese espectador desde fuera del escenario pero como dije arriba no tengo remordimiento alguno en sacar un animal de un pozo como tampoco de alargar la mano y dejar que suba para acercarlo a la cara y observarlo. Y en ese momento puedo decir literalmente que está en mi mano admirarlo y respetarlo.


Otro día hablaremos del anillamiento científico de aves, que eso puede sí llamarse en toda regla manipulación y tiene su propia polémica y sus blancos y sus negros.

Nota: pasando el ratón sobre las fotos, sabrás que hacían estos coleguillas en mi mano.

Diaperis boleti, sacado de un jardín que iba a ser fumigado.Chrysolina americana, subida a mi mano voluntariamente


2 comentarios:

  1. Si manipulando salvas vidas pues bienvenido sea.Esos seres estan sujetos alas muchas malas acciones del hombre y desafortunadamente a pocas buenas.
    Saludos camperos!

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